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La Contumancia

She

                                                                                                       Somos, lo que no somos. 

          

         La mire como nunca antes la había visto. Sensual ella, como dicen, aquellos que se atrevieron a contemplarla. Astuta, como para convencerte de dar un largo paseo, sin retorno del cual solo ella saldrá beneficiada. ¿Yo que gano? Ese tentador olvido. Ojo, no es poco, suena a poco, pero en el fondo esta tanto, pero tanto, que seria efímero llenar ese espacio con palabras.          

         No pensaba fijarme en ella hasta dentro de mucho tiempo, siempre fue no más que una sombra secundaria que cubría la maravillosa luz del día. Es mas, me atrevía a afirmar, y a vanagloriarme de que solo los fracasados piensan en ella, aquellos que ya dieron todo por perdido, a aquellos que no tiene nada más por buscar, y vagan a falta de respuestas. Yo creo tener respuestas todavía, no se por donde, pero creo tenerlas. Acaso ¿No es eso lo importante?, no es eso el motor que nos mueve? Me gusta creer que si.            En cuanto a ella, que más puedo decir, intento no mirarla a los ojos, ya que me seducirá hasta el olvido. Esos ojos de ese color particular, que dependiendo de cómo le de el sol, y de cómo ella quiera que le de el sol, podrán ser multicolores, o monocromáticos. Todo depende de ella.           

    Creo que es prueba de esa atracción al poder. Te atrae y consume como tal. Sin saberlo, sin sufrirlo, sin notarlo, solo sin.           

    Como una lejana visión, me hipnotizo, pero solo por un segundo, repito, solo a lo lejos. Por ahora solo a lo lejos

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