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La Contumancia

12:55 AM

            Tan mala punzante puede ser la soledad? Por que lo carcome a uno, porque lo aplasta, porque lo satura, incluso’ diría que aburre. Pero esa aburrición agobiante que no te deja ver nada mas allá del hoy, pero al mismo tiempo te hace olvidar del futuro y recordándote lo peor de tu pasado. Sobre todo lo peor. Como vuelven a uno esos recuerdos olvidados, obviamente por una obvia razón, pero la soledad los saca a flote, paradójicamente, por que a la larga lo único que genera es terminar bajo una enorme montaña de excremento. Calculo que mas o menos así debe ser ese olor, ya que me rodea por todos lados y casi se me hace imposible recordar aquel perfume, el cual ya ni me acuerdo y si intento acordarme, por mas que se o sabia que olía sublimemente, solo puedo pensar en el excremento.            

        Estoy llegando pensar que mi único compañero es la parte más oscura y sádica de mi memoria y aquel criminal instinto suicida que recorre subliminalmente cada uno de mis recuerdos olvidados. Las letras, las mesas, los lápices, las hojas los renglones, la ducha, el agua, el incienso, la comida, el aire, la luna, ya no se como deberían ser, ni se como son, no puedo dilucidarlo, estoy en otro lado, en otra dimensión , en otra emoción paralela, me siento en un piloto automático, ese en el cual se enciende en la vida cotidiana para poder hacer de cuenta que se vive, cuando en el fondo solo es la triste una cara de mi egoísta triste realidad, que solo seria comparable con una sobre vivencia.           

         Un dia tras otro sigue corriendo sobre mi, no solo el tiempo, sino ese abrumador peso de la soledad, con todo lo que ello significa. Sin dudas es tan duro el estigma social de la soledad como el estigma que uno carga, sin duda hay una dialéctica, similar a la existente en el alma. Las presiones nunca son buenas para la reflexión, para el pensar, cosa que nunca sabremos si es posible durante la soledad, ya que son pocas las cosas rescatables de periodos tan trágicos. Pero aquí surge una nueva interrogante, es realmente bueno o malo, perdonando la ambigüedad de los términos. Nunca falta el gil que dice que estoy bien estando solo, la soledad me sienta bien, Son todas una sarta de pelotudeces. Nadie quiere estar solo, el hombre no nació solo, aunque muchas veces muera solo inmerso en el olvido, aunque en la vida muera  una, dos, miles de veces en el olvido para renacer de vuelta. Eso puede llegar a esclarecer un poco la duda. Pero no consuela el sufrimiento, seguramente.           

        Muchas vidas giran en torno a las certezas, algunos mueren incluso pensando que ellas existen y que pueden ser dilucidadas, otros se dan cuenta que no existen tales patrañas y que estamos inmersos en un mar de nada, que aquello de lo que estamos seguro, no significa nada. Que un no, nunca sabes que puede ser, al igual que un si, estas cosas siempre nos confunden, nos dejan sin nada, nos tiran debajo de montañas de horas perdidas sin sentido, y durante ese tiempo, mientras transcurre, lentamente la soledad nos va clavando cada vez mas ese puñal, que no se termina de hundir nunca, cosa que no se si sucede por la extrema prolongación del arma, o por la inmensa superficie que tiene el alma.           

         La soledad es sentida por muchos como un karma, como una identificación, como la más perfecta huella digital, que nos muestra al mundo, nos abre, paradójicamente. Cuantas veces esta soledad solo es ilusoria, cuantas veces uno busca creársela, creérsela, y muchas otro busca renegarla, desmentirla, negarla tres veces incluso, pero so podemos afirmar que existe algo seguro, eso seria hablar de sus efectos dañinos para la salud. Se podrá aprender a vivir con la soledad, pero nadie puede decir que después de ser vapuleado por semejante titán, uno es el mismo,  sin duda te marca, te cambia.  Te hace olvidar la inocencia, te hace centrarte en uno mismo.            

          Sin dudas no es para todos, no todos pueden darse el lujo de tenerla, de sentirla, de pensarla, de quererla. Sin dudas hay un sadismo en ella, sin dudas explota lo mas profundo de nuestro sadismo, se alía con nuestro enemigo mas intimo para elevar a una potencia difícilmente expresable en números   esa cualidad para taladrarnos.            

         Nunca las cosas son como queremos, y aunque lo fueran, nunca lo van a ser, siempre vamos a querer otra cosa, siempre nos va a faltar algo, un algo que no sabemos como encontrar, que hay veces que le ponemos formas, nombres, olores, sentimientos, pero que en realidad no tiene mas que una forma abstracta que muta y se evapora durante toda nuestra vida. Pero todo esto, se que no podrá calmarme mi vació, calmar mi dolor, y calmar mi soledad, estas palabras no convencen a nadie, no son nada no pueden hacer nada.

1 comentario

Hernán -

Estas palabras no convencen de nada, es cierto, pero acompañan. Hoy, después de tantos años de tu escritura, lo leo y me siento acompañado.